La vida no es fácil siendo yo, ya te lo avisé.
Ahora no me vengas con dramas ni sorpresas. Nunca
te engañé, desde el primer día te dije lo que pasaría, cómo sería todo, y tú
siempre me tomabas a broma.
Estabas tan tranquilo hoy, lo sé. Hasta feliz. La
típica estampa navideña, después de la copiosa comida familiar. En el sofá,
viendo por enésima vez la saga de “Regreso al futuro”, toqueteando el móvil
nuevo, regalo de Papá Noel, o de tu cumpleaños. Porque hoy cumples 30.
Ha sido un día feliz. De compartir, de beber, de
cantar, de comer, de estar en familia. Y tú y yo tan felices…
Te ha fallado tu mala memoria. Siempre te lo he
dicho: no recuerdas las cosas importantes. Estás acostumbrado, mal
acostumbrado, a que siempre yo te las recuerde. Pero esta no. Esta no iba a
estar recordándotela, porque me hacía sufrir.
Sabía que iba a ser así, porque te lo dije el
mismo día que me pediste salir, pero no es fácil llevarlo a cabo. Yo no soy
fácil, ya te lo he dicho. Y te lo diré siempre: NO SOY FÁCIL. ¿Qué esperabas? ¿Que
iba a cambiar de idea?
No, eso no podía pasar. Es uno de mis principios
fundamentales, si no el que más. Me voy siempre por las ramas. En fin, que lo
siento mi amor. Que esto es así y así tenía que ser. He sido muy feliz a tu
lado, pero como ya te dije: el día de tu 30 cumpleaños dejaríamos de ser
pareja.
Y ese día ha llegado hoy. Llámame loca, tampoco
jamás lo negué.
Pero hoy es Navidad y eso significa que hoy
cumples 30 años. Hasta siempre.
La vida no es fácil siendo yo, ya te lo avisé. Ahora
sé que nunca me olvidarás.
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