miércoles, 3 de diciembre de 2014

Tres calcetines sin pareja

Hace años escribí sobre un calcetín, sobre el equivocarte en el reparto tras la ruptura.

Ahora, hoy, me encuentro con otra historia de calcetines.

En este caso son tres. Uno morado, uno verde y uno naranja, los tres sin pareja. Monday, thursday y friday.

Tres calcetines, tres días de la semana, tres colores, sin su correspondiente razón de ser.

Porque de qué sirve un calcetín si falta el otro? Y peor aún, de qué sirve un calcetín verde si lo puedes combinar con el morado? Y el pobre naranja? Siempre uno se queda colgado, sin tocar pie, sin conseguir su objetivo vital, ese para el que fue tejido, creado, ideado.

Y esta historia puede dar para mucho, pero mi miedo es: qué pasa con mi lavadora? En qué increible rincón está guardando todos mis calcetines? Quiere conseguir toda la semana, todos los colores, el arco iris?

Cruel lavadora blanca, no quieras llenarte de colores robando mis calcetines.

Entiendo que estarás aburrida de tu color, pero no te lleves los míos.

O... por qué no? Y si esos calcetines de repente aparecen en lavadora ajena? Y si de tubería en tubería un día aparece ese Friday morado en tu casa? Pones la lavadora, recoges la ropa, la tiendes y... "uy, este calcetín solitario es mío?"

Noooo, es mío. Llámame y voy a recuperarlo. O llámame y voy a quedarme contigo para siempre.

Te cambio tu calcetín por el mío, para mirarlo y mirarlo...

domingo, 26 de octubre de 2014

Echa la llave y sal.

Me duele la garganta. Ese dolor que raspa, que hace que algo tan habitual como tragar sea una batalla constante. Duele mucho. Y esa falta de defensas me hace más vulnerable aún.
Domingo. Acaba un fin de semana muy intenso. Ha tenido mucho y casi todo muy bueno.
Cosas diferentes, personas distintas, mucho sentimiento, aunque eso como cada día.

Qué de tiempo sin escribir en mi espacio. Sin venir aquí para contar un poco de mí.

No es que no tenga nada que decir, es que simplemente las palabras parecen estar descansando.

Miro mis manos, y sólo veo el reflejo en la pantalla. No me dice nada, no las veo rápidas, como tampoco veo mi mente ágil para escribir, para dedicarme a la escritura automática. Ni automática ni manual. Que no. Que no sale.

Así que tras venir a abrir las ventanas para que mi casa se aireara, vuelvo a echar la llave, pongo cerrojo y dejo la casa cerrada hasta las próximas vacaciones, cuando vuelva aquí con ganas de disfrutar de mi sitio y de enseñar al resto lo que surja.

Mientras tanto, y más que nunca, seguiré visitando casas ajenas para disfrutar de quien sigue teniendo el arte de escribir intacto. Envidia total.

Hasta pronto.

martes, 5 de agosto de 2014

Agosto. Incoherencias

Llegar antes de tiempo. Tener una cita con la vida y llegar antes de tiempo.
Quedar con alguien y calcular mal, aparecer demasiado pronto, o quizás demasiado tarde.
Supongo que lo más importante al fin y al cabo es aparecer. 

El tiempo, que siempre me tiene obsesionada. Pronto o tarde, real o relativo. El tiempo que llevo sin verte, el tiempo que me queda para verte, el tiempo que cuenta lo que llevamos viéndonos. 

Y de nuevo, tiempo después, nos encontramos en el mes de agosto. Mi mes. Un mes que marca mi vida desde mi propio nacimiento. Sin agosto no soy, para bien o para mal. 

Sin agosto no existiría, sin agosto no celebraré, sin agostó no sería, no seré, no soy.

Agosto, que me regala calles vacías, coches nerviosos, calor y piscina, añoranza de la playa y deseos de septiembre. 

Agosto que me enseñó a odiar mi casa y ahora me muestra el camino a quererla de nuevo.

Que me trajo lo peor y lo mejor. La soledad más absoluta y la compañía más perfecta. 

Un pasado, un presente y un futuro. El tiempo, siempre dispuesto a marcar mi vida, la tuya, la suya, la vuestra. El tiempo y agosto. El miedo y la ilusión. El odio y el amor. El amor, más amor. Todo el amor. 

Agosto, toda mi vida. Agosto, todo mi amor. Mi amor. Mi vida. La relatividad.



"Tarde o temprano 
me perderé en cadenas. 
una vez en la vida 
debo encontrar dentro de mí 
una noche de agosto 
mi alma perdida 
que arrojé al mar". 



jueves, 26 de junio de 2014

Donde siempre te querré

"Si me olvido de vivir colgado de sentimiento, voy a vivir para repetir otra vez este momento"

Busco la música como terapia. Busco mi canción favorita como solución a mis pensamientos desordenados.
A veces no sabes qué pasa para que algo se descontrole, para que tú te descontroles. Miras a tu alrededor y, junto a los problemas cotidianos, solo ves signos positivos.

Y sin embargo te empeñas en poner un velo, que impide ver las cosas con nitidez, las señales de alegría las tapas con ideas confusas, con miedos terrenales, con inseguridades vanas.

Y me refugio en mi música. Vengo a ella cuando ya me han dado la colleja necesaria para reaccionar, cuando he llorado más de lo que debía, cuando sus palabras me han hecho entender que no debo seguir por ese camino.

Tengo, como cualquiera, miles de miedos, de dudas, de pavor al futuro, de terror a volver al pasado.

Pero hay que ser valiente, "a veces no soy yo, busco un disfraz mejor, bailando hasta el apagón, disculpad mi osadía". Y enfrentarse a todo ello, sobre todo cuando hay gente a tu lado que no te va a dejar caer de nuevo.

Así que por intentarlo no perdemos nada. Subo el volumen de la música, ahora que mi casa es mi lugar, ahora que la soledad es mi compañía, ahora que solo tengo palabras y palabras y más palabras.

Pensamientos que quiero moldear y construir con ellos un mundo mejor para mí y los míos. Si la cabeza no deja tiempo al relax, al menos habrá que aprovechar todo ese movimiento en algo positivo.

Y como existe gente artista que dice las cosas mejor que yo aquí os dejo esta canción, así me siento yo. Así justamente. Family ;)

"Cuando pese demasiado la rutina del trabajo y la vida en la ciudad, nos iremos en un viaje infinito, con esa tonta sensación de libertad.
Hacia el fondo de ese mundo del que me has hablado tanto, paraíso de glaciares y de bosques polares, donde miedos y temores se convierten en paisajes, de infinitos abedules, de hermosura incomparable.
Dibujamos sobre un mapa imaginario autopistas de gran velocidad.
Nos invade una ilusión desconocida y nuestra única intención es avanzar.
Hacia el fondo de ese mundo del que me has hablado tanto, paraíso de glaciares y de bosques polares, donde miedos y temores se convierten en paisajes, de infinitos abedules, de hermosura incomparable. DONDE SIEMPRE TE QUERRÉ"



Para qué hablar más.

viernes, 25 de abril de 2014

Y sin embargo...

Estoy confundida.
Hoy es uno de esos días que te tienen con la mente un poco perdida. Sabes que no viene a cuento estar feliz, pero que tampoco deberías estar triste.
Pero no se puede evitar. Hoy tengo un pensamiento extraño que me da vueltas: qué pena que gente tan importante de mi vida no haya conocido a una persona tan excepcional como mi padre.

Pena por el tipo de persona que era, grande, grandísimo. Noble y sencillo. Directo pero delicado. Con sus errores, muchos, pero con unas virtudes difíciles de igualar hoy en día.

Y me siento orgullosa cuando alguien me dice que me parezco a él. Pero lo triste, claro, es lo que os decía, que cada vez hay menos gente a mi alrededor que le haya conocido.

Sé que mis palabras sobre cómo era hace que quien me ha escuchado tenga la sensación de conocerle, pero pufff, no sabéis lo que os perdéis.

A mí me llena de orgullo leer a mi primo R. hablar de él con un sentimiento tan bonito. Y me gustaría que más gente me hablara de él. De cómo fue, de cómo le recuerdan, de cómo les marcó.

Está claro que a mí, y a mi hermano (que seguro que suscribe cada palabra), nos marcó más que nadie, nos enseñó tanto de la vida, de la gente, de cómo hay que ser y enfrentarse a la vida. Nos enseñó antes y después. Pero estoy más que convencida que todos los que vivieron algo con él le recuerdan, de un modo u otro. Y no puede ser un mal pensamiento.

Porque mi padre era un buen hombre, por encima de todo. Y supongo que eso es lo más bonito que se puede decir de alguien.

Eso y un simple felicidades papá, allá donde estés, porque tienes que estar, porque todos estos recuerdos te tienen que mantener vivo. Hubieran sido 71, hubiera sido un día feliz, pero se ha quedado en un día extraño.

Y sin embargo... te quiero más aún.

domingo, 23 de marzo de 2014

El tiempo, ese enemigo

El tiempo, como ya he comentado en otras ocasiones, es un gran dictador.
Marca nuestros pasos, domina nuestra vida, señala nuestro camino. Y nosotros, en lugar de rebelarnos, aceptamos sus órdenes, dándole un espacio en nuestras muñecas, nuestras cocinas, nuestras mesillas, nuestros coches, nuestros móviles.
Y reflexionando sobre ello, me viene a la cabeza una idea de forma recurrente.
Si no midiéramos la vida por el tiempo, no seríamos más felices?
Es decir, si supiéramos que existirá mañana, que no habrá un final, no seríamos más nosotros mismos? Sin ansiedad,  sin dudas, sin miedo, sin prisas, sin todas esas cosas que nos limitan en el día a día, y a la hora de proyectar nuestro futuro.
Si un partido de fútbol se acabara cuando se metieran cinco goles habría más espectáculo, nadie contemporizaría, sino que se volcarían al ataque para lograr ese objetivo.
Entonces si, como en un partido de fútbol sin tiempo, la vida nos marcara unos objetivos, y después de conseguirlos nos dejara disfrutarlos eternamente (o casi, que la eternidad puede ser mucho tiempo), no tendríamos una vida mas plena? Se acabaría la procrastinacion?
Sólo sé que odió la dictadura del tiempo, vivir mi vida pendiente de un reloj y pensando que todo tiene un final, que las personas estupendas que me rodean un día no estarán y que las cosas maravillosas que me emocionan se acabarán.
Así que, no podemos hacer nada para cambiar esto?