lunes, 29 de agosto de 2011

Agosto


Me parece casi un sueño, una pequeña victoria de la que me siento hasta orgullosa, pensar que agosto está cerca de acabarse. 31 días infernales, de calor, soledad, miedos e incertidumbre. Y a punto está de acabar.

Vale, aún quedan dos días, pero puedo asegurar sin temor a equivocarme que lo peor ha pasado. Y ha sido muy duro, pero dentro de ello ha habido incluso tiempo para la esperanza y fe en que tienen que seguir viniendo buenas cosas. Con días mejores que otros, con una montaña rusa constante de sentimientos en que se ha convertido mi vida, pero con ganas de afrontar cualquier cosa que se me presente.

Agosto, el que en otro tiempo debería haber sido mi mes favorito me ha visto cumplir 35 años sin sonreír demasiado, pero acompañada de los míos. Y he descubierto más que nunca quienes son esos. Quienes son los que mejor me entienden, los que más me quieren, los que más me apoyan, los que siempre estarán ahí.

Agradezco todo el apoyo que he tenido de una u otra manera. Pero si ayer cerramos la puerta a una etapa, tras la imagen simbólica de la entrega de llaves, quiero que todo el mundo que me quiere cierre esa etapa conmigo. No quiero hablar más que del futuro, y el futuro es únicamente hoy. No existe mañana, está demasiado lejos para hacer planes. Hoy es lo importante, ahora es lo que me mueve.

Piscina, tintos con limón, restaurantes chinos en un parking, viajes a Denia con lágrimas como telón, peleas en un taller, maletas, maletas y más maletas, la vida en una maleta, abrazos, charlas, ausencia de hambre, kilos perdidos, besos encontrados, amigos desaparecidos, cócteles en un jardín secreto, baños en la playa, eternas conversaciones por whatsapp, metafísica y religión, cursos de cocina futuros y cursos online presentes, mil cosas que he hecho y mil que me quedan por hacer.

Algunos os tenéis que sentir protagonistas principales de estos hechos, otros quizás secundarios, pero todos participáis en la película.

No tengo odio ni rencor, ni malos sentimientos. Tengo el corazón lleno de sentimientos contradictorios y ganas de callar al mundo que juzga. Que nadie lo haga. No hay juicio, solo vida. Dejadme vivir, o mejor aún, acompañadme para hacer de nuestras vidas algo precioso. Yo os invito a ello. En vuestras manos está.

lunes, 22 de agosto de 2011

Quiero vivir dos veces...

"Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años."

Así decía el maestro Silvio Rodríguez. Y lo escribo justo el día en el que mi artista favorito (y no hablo de él como persona) Andrés Calamaro, cumple 50 años.

Esta es una forma cualquiera de empezar un post cualquiera, en el que no sé bien qué contar, qué decir, si va a ser bueno, malo o regular.

Empiezo a tener una habitación nueva, un espacio en la que fue mi casa, la de mis padres. Ahora a ese espacio le tengo que dar más forma. Comienzo por el lugar, ahora debo rellenar todo lo demás. Con las mismas personas que antes en algún caso, con la necesidad de muchas nuevas sobre todo.

Novedad, vida nueva, nuevas sensaciones, despedidas al ayer. En ocasiones he pensado que si fuera más valiente, o tuviera menos arraigo a mi familia, cogería el petate y comenzaría esa nueva vida en otro lugar, otra ciudad, otro clima, otra gente, otro trabajo, otro casa. Pero para eso hay que tener muchos arrestos, y no es mi caso.

Mi nueva habitación en mi antigua casa es la que en su momento fue mi primera habitación. Una regresión en toda regla. Un sofá cama que me encanta, un armario enorme, un escritorio, la tele y poco más. Cómoda y sencilla. Y mía.

En fin, que no hay mucho que contar. Así que pondré mi canción favorita de Calamaro, y una de las que más me gustan de siempre, y para siempre, "Paloma".





jueves, 18 de agosto de 2011

Reseñas de libros II: Testigo en la sombra





"Testigo en la sombra", de Mary Higgins Clark es de esas novelas imprescindibles en verano.

Hace años que vengo leyendo libros de esta autora, con un pequeño problema, que nunca retengo el título. Así que cada vez que me enfrento a una de sus historias tengo miedo a habérmelo leído ya. ¿Y por qué miedo? Porque ha escrito veintisiete novelas de misterio, y sería una pena repetir alguna con todas las que aún me quedan.

La trama, la sinopsis, es lo de menos. La escritora neoyorquina te atrapa desde la primera página, evitando adornos y recursos evitables. Va directa a la emoción, a la intriga, a crear tensión. Y de nuevo lo consigue.

Recomendable por tanto esta novela, "Testigo en la sombra". Las tardes de playa son mucho más divertidas con un libro como este en tus manos. No es la mejor literatura del mundo, pero a veces es tan necesaria...

 ¿A qué estáis esperando?

Mi nota: 7

domingo, 14 de agosto de 2011

Los domingos por la tarde, caminando a Chamartín



Desde que tengo 15 años soy socia del Madrid. Es decir: casi 20 años. Una vida.

No llego a recordarlo, pero estoy casi segura de que no me he perdido ningún Madrid-Barça desde entonces. No lo recuerdo. He vivido de todo: grandes victorias, como el 5-0, grandísimas derrotas como el 2-6, empates, victorias sufridas, victorias esperadas, de todo. Y cada uno de esos partidos ha sido especial.

Casi siempre acompañada por mi hermano, o por Alberto. Y este año, lo que me ha costado este año encontrar a alguien que se viniera conmigo para disfrutar este partido. Porque no es un partido cualquiera, y por ello no quería que se viniera cualquiera. Había dos requisitos básicos: que fuera madridista, y que tuviera ilusión de veras por ver el partido.

Esta noche, cuando pise por primera vez en la temporada el Bernabeu (un momento que siempre es especial, por lo que significa), echaré especialmente de menos a mi hermano, con el que comparto abono desde siempre. Me acordaré de mi padre, con el que no llegué a vivir ningún partido en el asiento actual, pero que fue el primero que me trajo a ese estadio, de su mano, contra el Cádiz, en un partido de Copa. Extrañaré a mi "hermano" Alberto, porque con él he pasado momentos inolvidables dentro de ese recinto, tantas anécdotas. Y pensaré con quién tendría que haber ido, como habíamos programado. Pero la vida da vueltas.

Hoy empieza para mí la temporada en el Bernabeu, momento mágico para quien vive el fútbol como yo lo hago. Subiré la torre con emoción, respirando el ambiente, oliendo el césped, escucharé el himno con alegría. Y disfrutaré que, una vez más, tengo el privilegio de ver un partido que quizás sea histórico. Hoy nostálgica, pero ilusionada también.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Reseñas de libros I: El arte del asesino



Lo prometido es deuda. Acabé de leerme uno de los varios libros que tenía a medias.

Se llama "El arte del asesino", de Mari Jungstedt. Un ejemplo más de la tan de moda ahora novela negra nórdica. Y como me suele pasar con este estilo, me deja fría, fría.

He leído a Mankell, a Stieg Larsson, a Asa Larsson y ahora a Jungstedt... y en todos los casos pienso lo mismo: no entiendo bien a qué se debe esa fama. Quizás por lo novedoso de los paisajes, por las descripciones de una sociedad que es tan cercana y lejana a la vez, no lo sé.

Pero las tramas no son excesivamente complejas, ni emocionantes hasta dejarte sin resuello. No te mueres por pasar a la siguiente página, ni te dan ganas de matar si alguien te llama cuando estás acabando el libro.

No, más bien al revés. Lo que me queda es un libro entretenido, sin más, con un final escrito con prisa. Y eso para mí siempre será un error inmenso.

Mi nota: 5.5

Tópicos por el aire

Es de agradecer que la gente se preocupe por una cuando las cosas van mal.

Y en cuanto te sientes mejor empiezas a valorar las opiniones recibidas, los consejos dados, para al final acabar haciendo lo que tú misma quieras, que será la mejor forma de equivocarse, sin reprochar nada a nadie.

La cuestión es que acumulas tópicos. Sí, sí, esas frases sencillas que enseguida nos dicen, que nosotros mismos decimos en determinados momentos, y que no sirven para nada, aunque hay que decirlas, eh, que si no también molesta.

Ya sabéis, y si no yo os lo cuento: "no hay mal que cien años dure", "nada es para siempre", "nadie se muere por nadie", "si es que la diferencia de edad...", "tienes que salir para entretenerte", "el tiempo lo cura todo", "es cuestión de paciencia".

En fin, muchas gracias a todos, de verdad. Creo que saldré adelante, pero si no me queda un amplio repertorio de frases que utilizar en cada ocasión.

sábado, 6 de agosto de 2011

Tarde-noche

Tras una mañana y una primera parte de la tarde infernal, he pasado la tarde con mi Cú, hablando, paseando, bebiendo tintos y mojitos, y hemos acabado junto con mi prima Pati en el sótano de un parking en Plaza de España, comiendo en un chino genial. Bueno, bonito (no mucho) y barato.

Y ahora toca dormir. Aún hay esperanza. La felicidad está en uno mismo, los demás ayudan mucho. Repetiremos!

miércoles, 3 de agosto de 2011

Razones para ser feliz


Hay miles, millones de razones para ser feliz. Sin duda.

La pregunta quizás más difícil sea: ¿y lo que nos provoca esos pequeños estados de felicidad?

No puedo enumerarlas todas, pero sí me acuerdo ahora de algunas:

- Mi prima Irene diciéndome "besito de nariz, te quiero mucho". Con ese lenguaje de quien tiene 3 años, y sabe que hace reír con esa frase, con ese gesto, cuando coge mi cara con sus manitas y me besa la nariz. Una delicia.

- Esas palabras "secretas", esos vínculos creados entre personas especiales que te hacen entender cosas que el resto no debe entender. Yo me entiendo ;)

- El recuerdo de ciertas historias del pasado. Sin duda, de lo mejor.

- Jugar al ordenador compulsivamente, evitando cualquier pensamiento.

- Un whatsapp sin aspiraciones. Simplemente por estar, por aparecer, por llamar a la puerta.

- El chiste de Damón Damídez... siempre, siempre.

- Descubrir en el chino un "yogufruit" o algo llamado así, que está de muerte y que me engancha. Seguro que lleva droga.

- Contar historias de tu infancia. De esas que apenas recuerdas, pero que dibujas con ilusión, inventando detalles nuevos seguramente, disfrazándote de nuevo con el traje de los 5 años, buscando la misma ilusión y la misma esperanza.

Y es que siempre hay motivos para reír, para intentar ser feliz. El más importante es sin duda tener a alguien que te diga a diario que te quiere. Cuando sabes que es de corazón te llena el alma, te da fuerzas, te saca del abismo. TE QUIERO. Son dos palabras tan bonitas, tan plenas, tan maravillosas cuando salen de dentro.

¿Cuales son vuestras pequeñas tonterías que os hacen felices?

lunes, 1 de agosto de 2011

Las huellas borradas

Hace mucho calor. El sol pega con fuerza, el aire que corre es cálido. Y encima yo no paro de ir de un sitio para otro. Amontonando ropa, revisando con la mirada todo, para saber cuantos viajes voy a tener que hacer este mes para ir recogiendo mi vida en cajas.

He empezado hoy de verdad la mudanza de la que fue nuestra casa. No fueron muchos meses, pero sí muy bonitos. Y parece mentira cuanta vida se acumula en unos meses.

Hace una semana estaba él recogiendo sus cosas (y aún le queda casi lo mismo que se llevó, que fue un coche entero). Y hoy, como decía, he comenzado yo.

De momento con la ayuda de mi hermano arreglando chapuzas, importantes siempre. Y desmontando el sillón y el escritorio, para traerlos de momento a casa de mi madre. Además ya me he traído un ordenador de sobremesa al que había dejado un poco sin uso últimamente, y al que pienso recuperar para rememorar mis días en Málaga.

Ya he llenado también una maleta entera con ropa, pero esa la traeré en otro viaje. De momento en un rato nos vamos a por ese sillón y ese escritorio. Y la casa se va vaciando. Y pierde su identidad. Y borramos nuestras huellas. Porque las huellas deben quedarse en el corazón, no en las casas.

La vida nueva empezó hace unas semanas. Hoy simplemente sigo pintando colores, buscando sueños, dibujando un nuevo futuro. Persiguiendo mi sonrisa.