martes, 8 de diciembre de 2015

Gracias a la vida.

"Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto, 
Así yo distingo dicha de quebranto 
Los dos materiales que forman mi canto "

Hoy he dado el último adiós a mi tía M. Una persona tan tan especial que no me deja hueco al reproche ni a las malas palabras.

Desde ayer solo tengo en mi cabeza su risa, su alegría, su forma loca de entender la vida. 

Decimos adiós de muchas maneras, y yo he elegido hacerlo desde la falta de dramatismo, porque la muerte forma parte de la vida y hay que aceptarla así. Porque además mi tía era una persona excepcional, con la felicidad por bandera. 

Tanto que su adiós ha estado acompañado de esta canción. No ha habido muchas palabras, ni halagos, ni tristeza, solo las lágrimas al escuchar este himno a la vida, al recordar que la vida le dio tanto, que la vida nos da todo. Y así la hemos dicho adiós. 

En nuestras manos está seguir cada día haciendo un homenaje a la felicidad. 

Ya en otro momento, más recogido, más íntimo, lloraré las lágrimas que se merece su ausencia, la echaré de menos y me enfadaré por no haber estado de la manera en que debía estar. 

Pero hoy no, hoy toca dar gracias a la vida, por haberme dado el regalo de tenerla en mi familia. Y de haberme llenado de recuerdos que guardar bajo buen recaudo. Hasta siempre Manoli, te quiero.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Reencuentros

Hubo un tiempo en el que yo tuve un blog.

De hecho hubo un tiempo en el que tuve un blog en el que escribía prácticamente a diario. Se llamaba "El fin de los días grises", y fue el predecesor de este otro.

A este llegué por una renovación. Tocaba enfrentarme a una vida nueva, y lo hice con ganas, con más fuerza de la que ahora me recuerdo, y con la ilusión de que me sirviera de terapia y de incentivo para seguir adelante.

Lo que pasa es que con los años tengo que reconocer que solo escribo cuando mi vida se vuelve un poco gris. Cuando las luces se empiezan a apagar y me nace un algo en mi interior que me provoca una enorme necesidad de sacarlo. La escritura es ese camino que me ayuda a escapar.

Entonces, concluyendo, escribir hoy en día en mi blog es bastante complicado cuando siento que tengo una vida fantástica.

Los días grises están agazapados, escondidos, o quizás eliminados. Y lo único que me sale son sonrisas a mansalva y felicidad.

Empecé este blog para perseguir una sonrisa que se había vuelto esquiva, demasiado falsa e irreal. Y esa sonrisa la he recuperado. Perseguida, atrapada, guardada a buen recaudo.

Aún así, todo debe continuar, todo tiene que seguir su camino, y este blog no ha llegado a su punto y final.

Esto es un reencuentro, y quizás eso, los reencuentros, son una de las sensaciones más maravillosas de la vida.