martes, 22 de enero de 2013

Pura vida

Un día te sorprendes soñando con aquellas personas. Personas que no aparecen en tu día a día, que no forman parte ya de tu vida real, casi ni de la cibernética, que no están ni se las espera.

Y sin embargo, las sueñas. Y te remueven un poco todo. Supongo que porque ese es el trabajo de los sueños, alguien les paga para eso, para que nuestro subconsciente (más inconsciente en este caso que nunca) decida sacar a la luz las cosas que quedaron escondidas.

Pues eso, sueñas con esas personas y recuerdas el camino que se recorrió, los viajes que se hicieron, los vinos que se bebieron, las risas que se echaron, y las palabras que no se dijeron. Esas estaban en mi cabeza, dispuestas a salir cuando hubiera ocasión, pero no me la dieron. Y ya no la tendré. Porque no, porque ya está, porque esa historia ya tuvo un final.

Y aunque todo acabó, y los finales son feos, las echo de menos. Si no esta noche no estaría pensando en ellas, en esas personas que simbolizan aquellos momentos de cierta locura, de sueños, de aventuras. Aquello que he echado en falta últimamente y que vuelvo a encontrar ahora. 

Al final solo fue un sueño. Y la vida dicen que también es sueño. Y los sueños sueños son. Pero yo no quiero dejar de soñar nunca, ni de vivir, ni de crecer, ni de cometer locuras. Yo no quiero una vida estable llena de monotonía y rutina, sino que necesito el desorden para ordenar mi pensamiento. 

Nunca me dijeron: "vamos a tomar café". Pero siempre estaban dispuestas a coger el último tren, sin importar el destino. Porque había que disfrutar la vida. Y no todo el mundo sabe hacer eso. Por eso soñé con ellas. Por eso las echo de menos. Porque eran vida. Pura vida.


miércoles, 16 de enero de 2013

Mañana empieza el 2013



Vaya, llevo sin escribir desde el año pasado. Demasiado tiempo ya.

Quizás es que el 2013 no ha empezado todo lo bien que yo soñaba. No, definitivamente no. Un inicio complicado en todos los aspectos posibles. Pero, ya que dicen que uno es dueño de su propia vida... pues yo he decidido que el 2013 para mí empezará mañana. Sí, como quien hace una dieta. El primer día de mi año será el 17 de enero.

Porque hoy estoy un poco cansada, no he dormido bien, y casi prefiero que empiece mañana, y con ello empezar con todos mis propósitos.

- Buscar y, mejor aún, encontrar un trabajo.
- Viajar, aunque sea un poquito, aunque sea cerca, aunque sea sola. Viajar.
- Querer, como en el 2012, o más. Seguro... o más.
- Leer. Y leer. Y no parar de hacerlo. Leer un poco cada día.
- Y escribir. Si no a diario casi, y preparar mi bestseller, ¿no?
- Hacer algo de deporte. Ahora tengo que pensar qué deporte, porque caminar ¿no sirve, no? Yo jugaría al ping pong, pero ya necesito que alguien juegue conmigo.
- Sonreír un poco más. La vida es más fácil cuando dedicas un rato a las sonrisas para el resto.
- Pensar en mí. Si yo estoy bien quienes me quieren lo estarán.
- Hacer algún curso, o buscar algún hobby. O las dos cosas. No dejar mucho tiempo libre.
- Seguir con el voluntariado, siempre que el trabajo que voy a encontrar (porque lo voy a encontrar) me lo permita. E incluso desde hoy estoy empezando a plantearme ampliar a otro día más, ¿se podrá?
- Tachar de la lista de "propósitos" todos los propósitos del año pasado que no cumplí. Y tachar no es borrar y olvidarlos, sino cumplirlos.
- Hablar, contar, decir cómo me siento y qué me pasa. Dejar de disimular en fin. Sé que será difícil, pero lo necesito para mi salud mental.
- Dejar de intentar recuperar a quien ya es irrecuperable (y por tanto borrar a unos cuantos del Facebook, que ya es hora de dejarnos de tonterías).

Y bueno, muchos más. Cuidarme sobre todo. Sin salud no soy nadie, sin salud no somos nadie, así que ese debe ser el propósito principal de cada uno de vosotros. A partir de ahí, un poco de suerte, un mucho de esfuerzo y un bastante de actitud.

Feliz 2013... mañana empieza mi año.