sábado, 13 de agosto de 2016

Mis 40


Mis 40 años no me traen nada nuevo. Solo me dejan confirmaciones, buenas sensaciones y felicidad, así, a grandes rasgos.

Sin contar con bisiestos son 14.600 días de vida, 350.400 horas, 21.024.000 minutos, 1.261.440.000 segundos...

¿Verdad que dan para mucho?

En un solo segundo podemos saber si nos hemos enamorado perdidamente de quien no debíamos, y si lo hemos hecho de quien siempre tuvo que ser y saber que todo tiene sentido.
En dos segundos podemos decir las palabras más bellas y feas a la vez.
En tres segundos podemos parpadear para fijar la vista en algo tan bello que parece mentira tener la suerte de verlo de frente. Frente a frente.

En un minuto puedes tomar la decisión más importante, y que luego no sea para tanto.
En dos minutos se pueden ganar y perder finales.
En tres minutos puedes estar llorando de emoción con una canción fantástica.

En una hora puedes haber tenido la conversación más sincera del mundo, y haber cambiado todo con ello.
En dos horas puedes haber pasado uno de esos ratos inolvidables que siempre contarás en el futuro.
En tres horas el futuro puede ser un monstruo de varias cabezas, o un abrazo eterno.

En un día puedes recorrer medio mundo en un avión.
En dos días puedes perder a uno de los pilares de tu vida, sin apenas entender que el adiós era definitivo.
En tres días cumplirás una edad a la que nunca pensaste llegar como lo has hecho.

En una semana puedes haber hecho el viaje que siempre soñaste.
En dos semanas puedes haber pasado las mejores vacaciones de tu vida.
En tres semanas puedes sin moverte de tu sitio estar en las nubes y soñar con querer que siempre sea así.

En un mes puede que veas al amigo que vive demasiado lejos.
En dos meses puede que ganes más dinero del que pensabas.
En tres meses puedes tener que comprar un coche nuevo.

En un año puedes leer lo que pasó hace un año en tu Facebook.
En dos años sabrás que es para siempre.
En tres años puedes haber levantado un negocio de la nada.

En cuarenta años puedes haber dejado muchas cosas a medias y tener aún mil proyectos por cumplir.

En una vida no tendré tiempo para todo lo que quiero.
En una vida no podré querer todo lo que quiero, ni amar todo lo que amo.

Pero una vida es lo que tenemos, hasta que nos demuestren lo contrario.

Y mi vida está a punto de llegar a los 40 años. Y si el destino se porta bien tendré media vida por delante para seguir caminando creyendo que la amistad me debe una, que el amor ha sido muy justo conmigo, y que tengo la suerte de querer y que me quieran. De ser. De soñar. De seguir paso a paso construyendo un mañana, un para siempre.