sábado, 31 de diciembre de 2011

Adiós 2011. Feliz 2012



Cuando llega este día es inevitable echar la vista atrás y hacer un pequeño balance del año.

El 2011 se divide en dos partes muy diferenciadas: la primera parte del año, llena de ilusiones, viajes, amor, felicidad. Y la segunda parte, en la que todo se vino abajo y me encontré con una nueva realidad.

Esa realidad que va a seguir tomando forma en 2012.
Me enfrento a este nuevo año con todas mis tareas por hacer.
Habrá gente para la que mi vida sea un auténtico fracaso a día de hoy. No me importa. Yo sé cual es mi realidad, y esta es que he vivido del trabajo de mis sueños durante 10 años, he tenido y tengo unos amigos envidiables, he viajado, he conocido sitios lejanos, otros paraísos más cercanos, tengo una familia increíble, he disfrutado del amor real durante más de 7 años.

He vivido siempre mi vida como he querido. He tomado mis propias decisiones en cada instante, y he sido inmensamente feliz. Y con eso tengo mucho más de lo que algunos lograrán jamás.

Cuando era más joven e ingenua siempre respondía a la pregunta "¿cual es tu sueño?" del mismo modo:

- Solo pido que cuando me muera haya al menos una persona que me recuerde. Quiero quedar en el recuerdo de aquellos que me han acompañado en este camino.

Y ahora muchas veces también me planteo que si mi vida se acabara ya, ¿qué balance haría?

- He sido y soy muy feliz. He vivido mucho. He conocido gente excepcional. Me he enamorado. Se han enamorado de mí. He querido. Me han querido. Me quieren. He amado. Me amaron. He reído. He sonreído. He llorado. He soñado. Y volveré a soñar.

Como cada fin de año vuelvo a ponerme una y mil veces la canción "Un año más" de Mecano, y vuelvo a llorar. Es el mágico efecto de esta canción. Y luego la canto a voz en grito, y me río, y este año, más que nunca, me río del 2011. Te vas y nunca volverás. Has intentado destruirme y no has podido. Y ahora me río en tu cara. Te has quedado con las ganas. El 2012 ya está dándome la mano... y la voy a agarrar bien fuerte, voy a abrazarle y me voy a seguir riendo cada día. Porque tengo mil motivos.

2011 has fracasado conmigo, tú sí. Yo no he fracasado, he salido viva, con cientos de fotos nuevas, de recuerdos, con algunas personas maravillosas. 2011 vete ya, no te echaré de menos.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Por dentro

Nunca pensé que pasaría. Y pasó.
Jamás creí que sufriría. Y sufrí.
Dudé que algún día me enamoraría. Y me enamoré.
Adiviné que sería feliz. Y lo fui.
Y lo seré.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Voz

Es duro echar de menos una voz. Y sé bien de lo que hablo.

Desde que murió mi padre he tenido esa horrible sensación de echar de menos su voz. No hay cinta de vídeo (que es lo que había entonces) que te devuelva su tono, su susurro, su modulación. Ese sonido que a veces reaparece en tu cabeza, como por arte de magia, y te devuelve la alegría, como si esa persona volviera.

Qué feo es echar de menos una voz.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Puzzles



Si me pongo filosófica -que es un estado en el que entro muy a menudo- empezaría diciendo aquello de que "sí, la vida es un puzzle, en la que lo importante es poco a poco ir encontrando las piezas que lo componen, y así al final acabarlo correctamente, e incluso si te gusta: enmarcarlo".

Pero hoy no venía yo con intención filosófica, sino simplemente venía para contar que llevaba tiempo pensando en la necesidad de encontrar, o incluso crear, nuevos hobbies. Cosas diferentes en mi vida que llenaran mi tiempo libre (que ahora por las circunstancias es más del deseado). Pensándolo bien me encanta leer, me gusta ver series, jugar al ping pong, pero nada especial, nada diferente...

Así que tras preguntar a varias personas aficionadas a los puzzles me lancé a la aventura. Ahí fui yo decidida a una gran superficie a invertir algo de mi escaso capital monetario en un puzzle.

Y no tenía ni idea de si debía comprarlo de tal o cual manera, lo único que sabía es que quería probar, ver si finalmente los puzzles pueden ser uno de esos hobbies que necesito.

El caso es que esta mañana, otra preciosa mañana soleada y fría en Madrid, me he sentado en la mesa del salón, he apartado todo lo que había que me pudiera molestar, he puesto mi lista de Destacados del Spotify y me he lanzado a hacer mi primer puzzle. Y he tenido que pararme, porque me ha gustado tanto que me veía acabándolo hoy mismo, y no, no, quiero que me sirva para llenar mi tiempo y para fomentar algo mi nula paciencia.

Sí, me lo teníais que haber recomendado antes. Hacer puzzles es muy divertido.

Y ahora me pregunto yo: ¿qué otros hobbies me habéis mantenido ocultos? ¿Podéis aconsejarme sobre algunos o simplemente decirme los vuestros? Anda, venga, no tengáis miedo a opinar, por favor :)


jueves, 8 de diciembre de 2011

Destruir para crear de nuevo



"La destrucción es un regalo, es el camino a la transformación". Come, reza, ama

Esta frase y una idea, ambas de la película: hay que saber perdonarse a uno mismo.

Quizás cuando nos perdonemos y dejemos de ser tan duros con nosotros mismos encontremos un camino más sencillo para caminar por la vida. Somos tan imperfectos que erramos varias veces al día. Solo aprendiendo de esos errores estaremos más cerca de la felicidad. Si es a eso a lo que aspiramos, como es mi caso.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Vuelve a casa

A veces creo que los palos me hacen ser menos sensible. Que ya no quedan lágrimas para otras cosas u otras personas. Nada más lejos de la realidad.

Esta noche me sorprendo llorando tras una despedida. Una simple despedida de tres semanas. 

Lo que ocurre es que se va lejos uno de mis máximos apoyos en estos últimos 5 meses. Mi Cú, mi Cris, la que nunca duda en acompañarme o proponerme los planes más raros y alternativos. La que siempre tiene una palabra de ánimo o un consejo a tiempo. La que me abraza de corazón, esos abrazos que reconfortan, que me dan la energía que necesito. La que me enseña historias como la del angelito del "Así sea". 

Y me alegro por su marcha, porque vuelve a casa por Navidad. Porque estará tres semanas en su país, en Brasil, y porque merece compartir su tiempo con su familia. 

Pero una últimamente es más egoísta de lo normal. Y piensa en el vacío que deja su marcha temporal.

A la vez este adiós me ha recordado a los vividos en los últimos siete años de mi vida. A esas despedidas, a estas fechas, a las luces navideñas. A todos esos recuerdos que decía en el último post que quería borrar por ahora. Y he llorado como hacía días que no lo hacía. He llorado por el pasado, y hasta me alegra el haber llorado por otra persona diferente. Yo me entiendo. 

Estoy feliz, Cris vuelve a casa por Navidad. Y Cris volverá antes de que acabe el año (si la huelga de Iberia y su familia lo permiten) para que juntas despidamos este aciago 2011 y demos la bienvenida al 2012 con toda la ilusión de los nuevos retos que nos esperan.

Es sin duda, una de las sorpresas más agradables de mis últimos tiempos. Gracias Cú. Gracias por estar siempre a mi lado. Te quiero mucho. Disfruta de estos días con los tuyos. 


domingo, 4 de diciembre de 2011

Mi nueva habitación



Mi nueva habitación no tiene recuerdos. Es nueva. Y por eso aún no tiene recuerdos.

Tiene cuadros nuevos, algún cuadro que nunca llegué a colgar, y dos cuadros regalados.

Tiene mi viejo ordenador y una vieja tele. Y muchos libros, un armario, algún mueble, y fotos de familia.

Es mi cuarto, tan personal e impersonal a la vez. Una habitación a la que los días le van dando forma y fondo.

No tener trabajo hace también que haya pocos recuerdos. Mi nuevo estilo de vida evita los recuerdos. La ausencia que he comentado de fotos oculta esos recuerdos. Y mi cabeza, mi cabeza es la que más lucha contra el pasado.

Dicen que somos todo lo que hemos ido siendo en nuestro pasado. Eso nos va conformando de una u otra manera. Supongo que es cierto, pero el caso es que ahora mismo, en esta fría noche de diciembre, no quiero ser parte de mi pasado. Quiero solo pensar en el futuro, y seguir cada día sintiéndome mejor, como hago estos últimos días. Riendo por fin. Y sin pasado. No quiero ser la Diana de ayer, de hace una semana, ni la de hace un mes, y mucho menos la de hace un año. Mi pasado es mi pasado, ya fue. Hoy no lo quiero, hoy no me sirve para avanzar.

Sé que dentro de un tiempo viajaré de nuevo al pasado. Recordaré con gusto, con alegría, ya he pasado por esto. Sé que en el camino siempre se suelta lastre, aunque sea doloroso, pero las nuevas vidas siempre provocan pérdidas. No puedes ganar una guerra sin luchar, e incluso perder, alguna batalla.

He perdido muchas batallas estos meses. Quizás más que en toda mi vida anterior. Así que toca recapitular.

Me rindo. Perdí. Y ahora quiero luchar de nuevo en otra guerra. Una guerra de mí contra mí. Sin más enemigos. El pasado ha muerto de momento. Porque sin matar a ese pasado no crearé un futuro adecuado.

La vida es muy larga. Y la experiencia me dice que a veces hay que olvidar el ayer, dar dos pasos hacia atrás, coger carrerilla, tomar aire y saltar. Muy alto, muy lejos, con un grito y ganas de comenzar.

Estoy empezando algo muy grande, lo más grande: estoy empezando mi futuro. El primer día del resto de mi vida. Es también el primer día del resto de vuestras vidas. No lo olvidéis.

"Puedes olvidarme para toda la vida, olvidar que también hubo alegrías".


lunes, 28 de noviembre de 2011

Cartel de la Copa Davis de Tenis

Es una vergüenza. Con los grandísimos diseñadores que hay en este país...

Y seguimos abusando y haciendo el ridículo con los tópicos.


domingo, 27 de noviembre de 2011

Domingo

Largas, eternas y evitables tardes de domingo. Hubo un tiempo en que me gustaban.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Express

Estás cada vez más arriba, cada día mejor, y entonces te visita la nostalgia. 
Y te toca volver a luchar. 
Todos los días.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Tantos miedos... tanta vida

Según va pasando el tiempo una se descubre. Cuando dedicas tu tiempo a ti misma es lo que sucede. Ves a una persona a la que antes mirabas en el espejo y no reconocías. "¿Y cómo me defino? ¿Quién soy? ¿Qué quiero?"

Claro que esas preguntas aún están sin respuesta, pero me voy reconociendo. Y me veo tomar decisiones con coherencia. Mi línea editorial.

Eso es importante, sin saber cuales serán los resultados al menos saber qué objetivos tengo a corto plazo.

Aunque el miedo me frena en muchos momentos, pero hoy pensando llegué a esa conclusión: tantos miedos... tanta vida.

No es malo tener miedo, lo malo sería dejarse llevar. Y dejarme llevar no entra en mis opciones. Para nada.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Tardes de fútbol



Leo a un amigo en el Twitter decir que uno de los placeres de la vida es una tarde de sábado con fútbol, compartido con su padre. Y no me queda más remedio que darle la razón.

Desde siempre me encantan estas tardes de deportes en la tele, toda la tarde en el sillón, viendo fútbol, baloncesto, más fútbol, lo que sea.

Hace unos años dejé de ver fútbol en la tele porque echaba mucho de menos a mi padre. Acostumbraba siempre a verlo con él. Se sentaba en su sillón, mientras yo me ponía en el sofá grande. Y discutiendo y riendo nos pasábamos la tarde entera. Desgraciadamente eso se acabó. Y como digo estuve mucho tiempo sin ser capaz de ver fútbol, me entristecía.

Ahora me ha vuelto a pasar algo parecido. Lo que no soy capaz de ver es baloncesto. Ya ves. Y me siento en el nuevo sofá del antiguo salón, donde veía el fútbol con mi padre, al lado de su sillón vacío. Y sin nadie que me acompañe para ver nada. Y me cuesta. Pero insisto, porque ya nadie me va a impedir que siga disfrutando de estos pequeños placeres. Si lo tengo que hacer sola, lo hago. Y volveré a sentir la alegría de ver a mi equipo ganar, o la tristeza de perder, y aunque esté sola pues mandaré un mensaje a mi hermano para compartir con él lo que haya pasado.

Las tardes de fútbol, esas maravillosas tardes de fútbol. Sola o en compañía.

lunes, 14 de noviembre de 2011

"Así es"

Hoy, entre otras cosas no demasiado bonitas, y alguna divertida, he hecho un descubrimiento clave para mí.

No es algo que me hubiera pasado anteriormente, pero sí lo vengo experimentando en los últimos meses, y con ello comprendo a mucha gente con ciertas patologías, miedos, angustias.

Hoy he descubierto que me entra una enorme ansiedad cuando me quedo sola. Da igual que el lugar esté repleto de gente, de cientos de personas, como en el Metro por ejemplo, o que esté apenas vacío. Si esa gente me es completamente desconocida, o si estoy sola en mi casa también, me entra ansiedad.

Resumiendo y dejándolo claro: no puedo ir/estar sola. Ni en mi casa, ni en la calle, ni en mi coche. Cuando eso pasa me entran ganas de llorar, me falta aire, me entra pánico.

Y no me gusta, lógicamente, nada de nada esa sensación. Menos aún teniendo en cuenta que siempre fui una persona muy independiente. Saber que ahora dependo siempre de tener a alguien cerca para no sufrir es algo que me angustia muchísimo. Sé que es cuestión de tiempo, y que conocer cual es mi problema ya me acerca a la solución, pero ¿a quién le gusta reconocer sus limitaciones, aun siendo éstas temporales?

No quiero que nadie se preocupe, que no pasa nada, que ahora estoy en casa y estoy acompañada :)

Así que intentaré dormir mejor (que es algo que voy consiguiendo, despacito, pero va a mejor) y soñar algo bonito. Porque hay muchas cosas bonitas, muchas cosas por descubrir, mucha gente que abrazar, conocer y besar. No sé qué sueño tengo para mi futuro, pero sigo teniendo mucha ilusión. Nadie podrá jamás quitarme las ganas de vivir a tope la vida, aunque las cosas a veces se tuerzan.

¿Será cosa del angelito? "Así es" :)


jueves, 10 de noviembre de 2011

No son así


Que las cosas nunca son como parecen. 

Que las personas pocas veces son como parecen. 
Que nosotros nunca somos como nos creemos. 

Y que aún así casi siempre alguien te tiende la mano.





martes, 8 de noviembre de 2011

Desde dentro de mí

Algunos días las cosas no salen como te gustaría. Un compendio de pequeños detalles te van bloqueando, te cierran el paso, te borran la sonrisita que empezaba a surgir. Son solo algunos días, algunos momentos, en los que no tienes ni fuerza para coger el teléfono y mostrar ese dolor, esa rabia, ese enfado. Porque sabes que difícilmente alguien entenderá en qué estás metida ahora.

Porque cuando no has sacado la cabeza del todo tampoco es tan importante lo que te empuja otra vez a hundirte en el agua. Puede ser una palabra, puede ser un silencio, puede ser una mirada, o la ausencia de una sonrisa. Normalmente será la falta del abrazo cálido, la añoranza de tiempos pasados, la pérdida de identidad, la lucha por cambiar.

Debemos asumir que en esta vida estamos solos ante las cosas importantes. Es bonito vivir en pareja, tener a tu familia, disfrutar a tus amigos, pero como se ha dicho más de una vez: "nacer solo, morir solo". No hay más.

En fin, que la negatividad me absorbe hoy. Es el día, pasará. Pero para eso tengo mi blog. Para desahogarme. Para ver lo tonto que es todo.

Y justo ahora suena esta canción de Amaral, así que siempre queda un lugar para el destino, no creéis?


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Viaje Alucinante

La vida está llena de aventuras que nos hacen poco a poco meternos en ese viaje alucinante. 

Solo hay que mirar con los ojos adecuados, llenarse de aire, de vida y disfrutar...

Bienvenidos al viaje alucinante



"Quisiera hacer un viaje alucinante al fondo de tu mente,
dejar atrás este mundo enfermo, herido de muerte.

Ser como el increíble hombre menguante,
minúsculo, irrelevante,
capaz de mezclarme con tu sangre.

Y a golpes de ventrículo,
moverme sin destino, sin rumbo fijo,
como un viajero sin dinero,
intentaré llegar a tu cerebro.

A ver si te enganchas a mí,
porque yo estoy colgado por ti
y me das una oportunidad
para acabar con el tumor
en que se ha convertido nuestra relación.

Pero me temo que no quedan receptores libres en tu cuerpo
para reconocer que aún puedo hacerte tanto bien.

Empiezo mi retirada,
no hay nada que hacer, nada de nada,
escaparé en una de tus lágrimas.

A ver si te enganchas a mí,
porque yo estoy colgado por ti
y me das una oportunidad
para acabar con el tumor
en que se ha convertido nuestra relación.

Viaje alucinante al fondo de tu mente,
pensabas que yo era diferente,
pero ahora que los dos sabemos
unas cuantas cosas de la vida,
ya no nos creemos únicos,
ni nuestras mentiras.
Lo que a uno le pasa,
le pasa a la mayoría,
todo se repite,
estar juntos fue
la única cosa irrepetible".

sábado, 29 de octubre de 2011

Reseñas de libros VI: Maldito karma



"Maldito karma" de David Safier. Se trata de un libro en el que la ironía, el sentido del humor y el sarcasmo toman la ventaja al resto de historias.

La historia principal es poco importante en comparación con la que subyace. La protagonista es Kim Lange, una famosa presentadora de televisión en Alemania, que sufre un desafortunado incidente con un retrete de una estación espacial y muere. A partir de ahí entran en juego las reencarnaciones y algunos episodios hilarantes.

Lo cierto es que me he reído bastante con el libro, aunque reconozco que la historia es flojita, pero la idea del karma tal y como aquí está enfocada me ha gustado mucho.

El autor tiene un segundo libro: "Jesús me quiere", que me leeré sin duda, porque seguro que vuelve a contar con estos ingredientes, que me resultan básicos para en el mundo actual crear una novela interesante.

Mi nota: 8

lunes, 24 de octubre de 2011

¿Y por qué no?

  




Reiki, del japonés reiki (poder espiritual, atmósfera misteriosa) es una práctica seudocientífica considerada como medicina complementaria y alternativa, que trata de lograr la sanación o equilibrio del paciente a través de la imposición de las manos del practicante, canalizando cierta supuesta "energía vital universal".


Así define la wikipedia a esta práctica, yo lo dejo en: he pasado veinte minutos relajándome y me he levantado nueva. 


No sé si repetiré, no tengo ni la más remota idea, pero aún conservo -ocho horas después- la calma y una extraña sensación de relax. 

Durante veinte minutos mi cabeza no ha parado de funcionar a una velocidad de vértigo. La música oriental, relajante, sonando, los ojos cerrados, personas pasando por mi vida, recuerdos, miedos, paisajes. Ha sido una sensación extraña.



Y es que en estos momentos busco eso, no ya sensaciones extrañas, sino al menos sensaciones nuevas, experiencias edificantes/gratificantes. Tengo ganas de tener ganas de tener más ganas aún de hacer todo tipo de cosas. Eliminar el "no" de mi vocabulario, y abrirme a aquello que anteriormente rechacé o simplemente no vislumbré como posible probabilidad.


Cuando estás perdida nunca sabes dónde vas a encontrarte, no? Pues eso.


Así que si se os ocurre un plan, por loco que sea (bueno no, los deportes de riesgo siguen sin ser una opción), algo extravagante, divertido, y mejor aún: que se pueda compartir con amigos, pues me lo decís. 


¿Quién os dice que ahora de golpe no podemos encontrar algo que nos inspire y llene ese hueco que de vez en cuando vemos en nuestra vida?



sábado, 8 de octubre de 2011

Que toda tu risa le gane ese pulso al dolor


De pequeña tuve un sueño: quería ser periodista, de deportes exactamente. Me pasaba horas y horas encerrada en mi habitación grabando programas, haciendo entrevistas, narrando partidos, viviendo en mi mundo.

Ese sueño se hizo realidad cuando crecí, después de mucho esfuerzo (por mi parte y por la de mi familia), y de una enorme confianza depositada en mis posibilidades (más de los demás que mía propia).

Pero a la hora de mantener ese sueño vivo no le achaco nada a la suerte, sino a las vueltas de la vida.

Y recuerdo una frase que decía algo así como que lo malo de los sueños es que una vez cumplidos te das cuenta de que no eran para tanto. Bueno, puede ser, pero el caso es que al menos puedo decir alto: cumplí mis sueños en mi pasado.

La cuestión es que ahora, con 35 años ya, me planteo: ¿tengo algún otro sueño?

Quizás el paso de los años me ha hecho ser más sensata, tener los pies en el suelo (a veces demasiado), perder esas ganas de soñar, de ilusionarme por un plan futuro. O tal vez sea solo cuestión de tiempo, como todo últimamente.

Para quien no lo sepa me he quedado sin trabajo. Y por primera vez en mucho tiempo estoy un poco perdida. No mal, no, simplemente perdida, desubicada, sin sentido en ciertas ocasiones.

No sé qué quiero hacer, no sé a qué me quiero dedicar, ni dónde quiero estar, nada.

La parte buena es que tengo ahí todas las opciones, que el mundo está delante de mis narices, que ahora puedo elegir, porque no tener nada también implica que no tengo mayor responsabilidad que la de no fallar a los míos, no hacerles daño. No tengo hipoteca, no tengo alquiler, no tengo letras pendientes. Debo poco y de momento tengo para pagarlo.

Así que quizás este sea el momento perfecto para elegir: ¿qué hago ahora conmigo?

He elegido hoy esta canción de Amaia Montero y El Canto del Loco porque tiene una letra apropiada. Una letra que repetía una y otra vez hace 8 años, y que tengo ahora que repetirme de nuevo.


"Algo puede mejorar, 
algo que pueda encontrar
algo que me dé ese aliento 
que me ayude a imaginar 
y yo lo quiero lograr, 
ya no quiero recordar, 
y darle tiempo a este momento 
que me ayude a superar 
que me dé tu sentimiento. "

miércoles, 28 de septiembre de 2011

El avance online

Cuando de repente los cambios asolan tu vida tienes la opción de tumbarte en la cama, taparte la cara con la almohada y empezar a llorar. Es una opción respetable, pero no ha sido la que yo he elegido. He tenido buenos consejeros, gente preocupada por mí que me han intentado señalar con luces el camino a seguir. Entre todas las posibilidades unas las deshechas al instante y otras las coges con fuerza porque ves en ellas la posibilidad de llenar tu cabeza de conocimientos nuevos.

Tras un buen consejo para mi cumpleaños recibí el regalo de un curso online de Community Manager. Y en él me he metido de lleno desde el lunes (porque todo, como las dietas, se debe comenzar un lunes).

Cómo me cuesta estudiar después de tantos años, cómo me duele la cabeza cuando intento asimilar tantos conocimientos nuevos. Y aunque de primeras me he sentido súper perdida al mismo tiempo cada día tengo más y más ganas de hacerlo, de seguir avanzando, aprendiendo y exponiendo esos conocimientos.

Me gusta sentir que tengo esa otra obligación tras volver del trabajo. Que tengo que hacerlo por mí y por los que confían en mí.

Así que allá voy, ahí sigo, luchando, persiguiendo la sonrisa en cosas tan extrañas como este curso. Pero, como ya hemos dicho en otras ocasiones: ¿no sirve cualquier cosa siempre que te provoque un estado de bienestar?

Y ahora a por unas cañas!

lunes, 19 de septiembre de 2011

Paso a paso se hace el camino



Muchos pequeños pasos forman una gran caminata.

No espero dar un paseo enorme, no voy a hacer de momento el Camino de Santiago (aunque sí quizás alguna vez), pero sí necesito ir dando pasito a pasito en esta nueva etapa de mi vida, conformando un presente con cierta fortaleza para poder tener un futuro brillante.

Los pequeños pasos están ahí, como el amor, en el aire. Un día te levantas sin esa ansiedad que se había convertido en tu mejor amiga. Otro te sorprendes riendo ante una ocurrencia, ante una frase de un libro, ante un diálogo de una serie. Incluso te imaginas planeando un viaje, soñando con conocer gente, volver a ir a un concierto.

Hoy he dado otro pequeño paso: publicar en mi perfil de Facebook fotografías de estos dos últimos meses. Aunque parezca algo tonto es importante, ya que han sido dos meses largos, duros, para no recordar, y sin embargo lo piensas y: son parte de mi vida! Para bien o para mal han estado ahí, y aunque en su momento me pareciera difícil de verlo, han tenido momentos bonitos, que merece la pena recordar. Mis amigas, mi familia, Las Rotas, mi yogur del Llao Llao, los paseos por los hippies, conocer a Josy (la mami de Cris) todo es mi vida, todo ha formado parte de mí.

Y por feo que parezca ningún momento debe ser desterrado ni olvidado.

Igual que no romperé ni esconderé las fotos de mi pasado con gente a la que ya no trato hoy en día, tampoco voy a guardar en un rincón esos dos últimos meses.

Llegó por fin septiembre. Vamos a acabarlo en nada. Y la vida poco a poco, pasito a pasito, va tomando forma de nuevo. Me quedan aún momentos muy duros, pero siempre me quedarán los mismos que han estado este tiempo. Porque otra cosa no, pero con estas cosas una puede crear una nueva lista de gente indeseable, pero ¿para qué molestarse?

Me quedo con la lista de gente maravillosa, que son unos cuantos. A esos, a vosotros, a los que habéis estado ahí cuando las lágrimas se me acababan: MIL GRACIAS. Al resto nada, que espero que la vida no os haga necesitarme nunca. Se siente, ya no estaré.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Reseñas de libros V: El ladrón del tiempo


"El ladrón de tiempo", de John Boyne, autor de -entre otros- "El niño del pijama de rayas", es un relato con una importante dosis de fantasía, entremezclada a su vez con detalles de la Historia. 


Todo ello junto le da un toque al libro con cierto parecido a "Los inmortales". El protagonista, Matthieu Zéla, nace en París, en 1758, y cuenta sus aventuras hasta la fecha actual, ya que no muere ni envejece a partir de un momento de su vida.


En su relato se cruza con personajes reales históricos, con aventuras, misterios y romanticismo. Tierno pero implacable. Avanza la narración sin saber cual es el objetivo real, pero entreteniendo, tal y como debe ser un libro de este estilo.


Lo recomendaría a quien -como he avanzado- le gusten "Los inmortales", las historias imposibles, soñar con la eternidad. Todo con un regusto positivo, no como en otras ocasiones, con una escritura sencilla y con un final algo ñoño. 


Mi nota: 7,5

martes, 6 de septiembre de 2011

Cuando fuimos los mejores



Echas la vista atrás.

Te ves subiendo en el 32 de vuelta a casa, en una noche parecida a esta, en la que la luna empieza a brillar en lo alto. Has compartido una charla más sobre lo que esperas de la vida, sobre los sueños y las ilusiones.

Enfrente está una de tus amigas de siempre, a la que conoces desde los 5 años.

En medio una conversación sobre esa luna, sobre lo que inspira, lo que esconde, lo que oculta.

Durante años nos hemos llamado o mandado mensajes recordándonos que miráramos al cielo, que la luna estaba preciosa en ese instante.

Hoy añoro esas tardes. Tardes de barrio, de sentarte en el suelo (porque no había ni dinero para una coca-cola en un bar), de pasear por el parque, de hablar, hablar, cantar incluso. Añoro esa sencillez para quedar, esa simpleza para abrazarse, no como ahora que parece que pedimos un favor al quedar y abrazar. Que tenemos que pedir cita para vernos, para mirarnos a los ojos y descubrir que no todo va bien, aunque aparentemos, aunque disimulemos.

Añoro esas tardes. Y añoro esas noches en Denia, con la música como excusa, con las miradas furtivas al chico guapo de turno, para que al final se acercara el chico feo (que tampoco es que yo pudiera pedir mucho), cantando a voz en grito nuestras canciones, soltando confidencias, secretos, contando historias, anécdotas. Todo lo que jalonaba nuestra "emocionante" vida de los 15 años.

Añoro también los paseos por el Barrio de Salamanca, iniciados en la calle Velázquez. De nuevo llenos de todo, repletos de amistad pura y dura. De la que te llenaba el corazón y te hacía sentir invencible.

En la vida no todo es amor, o sí, sí que lo es. El amor lo es todo, el amor mueve todo, para bien y para mal, por su presencia y por su ausencia. Amar, querer, extrañar, añorar, desear, soñar, sentir, vivir.

No sé si hay luna visible ahora. No sé si la veré desde mi casa. En el pasado me asomaría al balcón, buscaría esa luna, pensaría en mi amiga y le mandaría un sms. Ahora pido cita para contar que me he acordado de ella. O peor aún, lo escribo por aquí.

Cómo hemos cambiado, y qué mal administramos la amistad. Seguimos ahí, seguimos juntos, pero deberíamos esforzarnos más por recuperar esos instantes de la adolescencia que nos hacían sentirnos los mejores.

Cuando éramos jóvenes, cuando fuimos los mejores.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Reseñas de libros IV: La vida interior de Martin Frost


"La vida interior de Martin Frost" de Paul Auster es un relato rápido, un guión que fue llevado posteriormente a la pantalla grande.

Por tanto, de primeras nos encontramos con que si no nos gusta leer el formato guión cinematográfico debemos olvidar esta reseña. A mí me gusta, siempre me pareció una tarea muy muy entretenida, me lo pone fácil.

La historia, luego, me atrajo porque en "El libro de las ilusiones" del propio Auster, un personaje ve esta película, y por tanto ya me resultaba familiar.

Es una historia onírica, irreal, llena de fantasía, algo sosa en ocasiones, pero que entretiene rápida y fácilmente.

No pasará a la historia como la mejor novela de Auster, pero sirve para pasar un rato divertido, con esas imágenes incluso graciosas que uno puede imaginarse en pantalla.

Mi nota: 6,5

Reseñas de libros III: El hombre duplicado


"El hombre duplicado" de José Saramago es hasta la fecha de los libros que he leído del Premio Nobel el que más fría me ha dejado.

Mejora bastante en las últimas páginas, pero durante el transcurso del libro cuesta y mucho, no perder el hilo argumental. Se pierde Saramago en descripciones innecesarias, en recursos absurdos, en páginas y páginas cercanas a lo inútil. Y eso afecta demasiado para encariñarse con algún personaje, para no ponerte a pensar en otras cosas.

Así que aunque el final es bastante más dinámico, directo, claro, conciso, no sería justo olvidar que hasta llegar a ese buen epílogo hemos sufrido un tortuoso camino.

Recomendable como historia, como argumento, como guión cinematográfica, pero no demasiado como literatura novelesca.

Mi nota: 4,5

lunes, 29 de agosto de 2011

Agosto


Me parece casi un sueño, una pequeña victoria de la que me siento hasta orgullosa, pensar que agosto está cerca de acabarse. 31 días infernales, de calor, soledad, miedos e incertidumbre. Y a punto está de acabar.

Vale, aún quedan dos días, pero puedo asegurar sin temor a equivocarme que lo peor ha pasado. Y ha sido muy duro, pero dentro de ello ha habido incluso tiempo para la esperanza y fe en que tienen que seguir viniendo buenas cosas. Con días mejores que otros, con una montaña rusa constante de sentimientos en que se ha convertido mi vida, pero con ganas de afrontar cualquier cosa que se me presente.

Agosto, el que en otro tiempo debería haber sido mi mes favorito me ha visto cumplir 35 años sin sonreír demasiado, pero acompañada de los míos. Y he descubierto más que nunca quienes son esos. Quienes son los que mejor me entienden, los que más me quieren, los que más me apoyan, los que siempre estarán ahí.

Agradezco todo el apoyo que he tenido de una u otra manera. Pero si ayer cerramos la puerta a una etapa, tras la imagen simbólica de la entrega de llaves, quiero que todo el mundo que me quiere cierre esa etapa conmigo. No quiero hablar más que del futuro, y el futuro es únicamente hoy. No existe mañana, está demasiado lejos para hacer planes. Hoy es lo importante, ahora es lo que me mueve.

Piscina, tintos con limón, restaurantes chinos en un parking, viajes a Denia con lágrimas como telón, peleas en un taller, maletas, maletas y más maletas, la vida en una maleta, abrazos, charlas, ausencia de hambre, kilos perdidos, besos encontrados, amigos desaparecidos, cócteles en un jardín secreto, baños en la playa, eternas conversaciones por whatsapp, metafísica y religión, cursos de cocina futuros y cursos online presentes, mil cosas que he hecho y mil que me quedan por hacer.

Algunos os tenéis que sentir protagonistas principales de estos hechos, otros quizás secundarios, pero todos participáis en la película.

No tengo odio ni rencor, ni malos sentimientos. Tengo el corazón lleno de sentimientos contradictorios y ganas de callar al mundo que juzga. Que nadie lo haga. No hay juicio, solo vida. Dejadme vivir, o mejor aún, acompañadme para hacer de nuestras vidas algo precioso. Yo os invito a ello. En vuestras manos está.

lunes, 22 de agosto de 2011

Quiero vivir dos veces...

"Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años."

Así decía el maestro Silvio Rodríguez. Y lo escribo justo el día en el que mi artista favorito (y no hablo de él como persona) Andrés Calamaro, cumple 50 años.

Esta es una forma cualquiera de empezar un post cualquiera, en el que no sé bien qué contar, qué decir, si va a ser bueno, malo o regular.

Empiezo a tener una habitación nueva, un espacio en la que fue mi casa, la de mis padres. Ahora a ese espacio le tengo que dar más forma. Comienzo por el lugar, ahora debo rellenar todo lo demás. Con las mismas personas que antes en algún caso, con la necesidad de muchas nuevas sobre todo.

Novedad, vida nueva, nuevas sensaciones, despedidas al ayer. En ocasiones he pensado que si fuera más valiente, o tuviera menos arraigo a mi familia, cogería el petate y comenzaría esa nueva vida en otro lugar, otra ciudad, otro clima, otra gente, otro trabajo, otro casa. Pero para eso hay que tener muchos arrestos, y no es mi caso.

Mi nueva habitación en mi antigua casa es la que en su momento fue mi primera habitación. Una regresión en toda regla. Un sofá cama que me encanta, un armario enorme, un escritorio, la tele y poco más. Cómoda y sencilla. Y mía.

En fin, que no hay mucho que contar. Así que pondré mi canción favorita de Calamaro, y una de las que más me gustan de siempre, y para siempre, "Paloma".





jueves, 18 de agosto de 2011

Reseñas de libros II: Testigo en la sombra





"Testigo en la sombra", de Mary Higgins Clark es de esas novelas imprescindibles en verano.

Hace años que vengo leyendo libros de esta autora, con un pequeño problema, que nunca retengo el título. Así que cada vez que me enfrento a una de sus historias tengo miedo a habérmelo leído ya. ¿Y por qué miedo? Porque ha escrito veintisiete novelas de misterio, y sería una pena repetir alguna con todas las que aún me quedan.

La trama, la sinopsis, es lo de menos. La escritora neoyorquina te atrapa desde la primera página, evitando adornos y recursos evitables. Va directa a la emoción, a la intriga, a crear tensión. Y de nuevo lo consigue.

Recomendable por tanto esta novela, "Testigo en la sombra". Las tardes de playa son mucho más divertidas con un libro como este en tus manos. No es la mejor literatura del mundo, pero a veces es tan necesaria...

 ¿A qué estáis esperando?

Mi nota: 7

domingo, 14 de agosto de 2011

Los domingos por la tarde, caminando a Chamartín



Desde que tengo 15 años soy socia del Madrid. Es decir: casi 20 años. Una vida.

No llego a recordarlo, pero estoy casi segura de que no me he perdido ningún Madrid-Barça desde entonces. No lo recuerdo. He vivido de todo: grandes victorias, como el 5-0, grandísimas derrotas como el 2-6, empates, victorias sufridas, victorias esperadas, de todo. Y cada uno de esos partidos ha sido especial.

Casi siempre acompañada por mi hermano, o por Alberto. Y este año, lo que me ha costado este año encontrar a alguien que se viniera conmigo para disfrutar este partido. Porque no es un partido cualquiera, y por ello no quería que se viniera cualquiera. Había dos requisitos básicos: que fuera madridista, y que tuviera ilusión de veras por ver el partido.

Esta noche, cuando pise por primera vez en la temporada el Bernabeu (un momento que siempre es especial, por lo que significa), echaré especialmente de menos a mi hermano, con el que comparto abono desde siempre. Me acordaré de mi padre, con el que no llegué a vivir ningún partido en el asiento actual, pero que fue el primero que me trajo a ese estadio, de su mano, contra el Cádiz, en un partido de Copa. Extrañaré a mi "hermano" Alberto, porque con él he pasado momentos inolvidables dentro de ese recinto, tantas anécdotas. Y pensaré con quién tendría que haber ido, como habíamos programado. Pero la vida da vueltas.

Hoy empieza para mí la temporada en el Bernabeu, momento mágico para quien vive el fútbol como yo lo hago. Subiré la torre con emoción, respirando el ambiente, oliendo el césped, escucharé el himno con alegría. Y disfrutaré que, una vez más, tengo el privilegio de ver un partido que quizás sea histórico. Hoy nostálgica, pero ilusionada también.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Reseñas de libros I: El arte del asesino



Lo prometido es deuda. Acabé de leerme uno de los varios libros que tenía a medias.

Se llama "El arte del asesino", de Mari Jungstedt. Un ejemplo más de la tan de moda ahora novela negra nórdica. Y como me suele pasar con este estilo, me deja fría, fría.

He leído a Mankell, a Stieg Larsson, a Asa Larsson y ahora a Jungstedt... y en todos los casos pienso lo mismo: no entiendo bien a qué se debe esa fama. Quizás por lo novedoso de los paisajes, por las descripciones de una sociedad que es tan cercana y lejana a la vez, no lo sé.

Pero las tramas no son excesivamente complejas, ni emocionantes hasta dejarte sin resuello. No te mueres por pasar a la siguiente página, ni te dan ganas de matar si alguien te llama cuando estás acabando el libro.

No, más bien al revés. Lo que me queda es un libro entretenido, sin más, con un final escrito con prisa. Y eso para mí siempre será un error inmenso.

Mi nota: 5.5

Tópicos por el aire

Es de agradecer que la gente se preocupe por una cuando las cosas van mal.

Y en cuanto te sientes mejor empiezas a valorar las opiniones recibidas, los consejos dados, para al final acabar haciendo lo que tú misma quieras, que será la mejor forma de equivocarse, sin reprochar nada a nadie.

La cuestión es que acumulas tópicos. Sí, sí, esas frases sencillas que enseguida nos dicen, que nosotros mismos decimos en determinados momentos, y que no sirven para nada, aunque hay que decirlas, eh, que si no también molesta.

Ya sabéis, y si no yo os lo cuento: "no hay mal que cien años dure", "nada es para siempre", "nadie se muere por nadie", "si es que la diferencia de edad...", "tienes que salir para entretenerte", "el tiempo lo cura todo", "es cuestión de paciencia".

En fin, muchas gracias a todos, de verdad. Creo que saldré adelante, pero si no me queda un amplio repertorio de frases que utilizar en cada ocasión.

sábado, 6 de agosto de 2011

Tarde-noche

Tras una mañana y una primera parte de la tarde infernal, he pasado la tarde con mi Cú, hablando, paseando, bebiendo tintos y mojitos, y hemos acabado junto con mi prima Pati en el sótano de un parking en Plaza de España, comiendo en un chino genial. Bueno, bonito (no mucho) y barato.

Y ahora toca dormir. Aún hay esperanza. La felicidad está en uno mismo, los demás ayudan mucho. Repetiremos!

miércoles, 3 de agosto de 2011

Razones para ser feliz


Hay miles, millones de razones para ser feliz. Sin duda.

La pregunta quizás más difícil sea: ¿y lo que nos provoca esos pequeños estados de felicidad?

No puedo enumerarlas todas, pero sí me acuerdo ahora de algunas:

- Mi prima Irene diciéndome "besito de nariz, te quiero mucho". Con ese lenguaje de quien tiene 3 años, y sabe que hace reír con esa frase, con ese gesto, cuando coge mi cara con sus manitas y me besa la nariz. Una delicia.

- Esas palabras "secretas", esos vínculos creados entre personas especiales que te hacen entender cosas que el resto no debe entender. Yo me entiendo ;)

- El recuerdo de ciertas historias del pasado. Sin duda, de lo mejor.

- Jugar al ordenador compulsivamente, evitando cualquier pensamiento.

- Un whatsapp sin aspiraciones. Simplemente por estar, por aparecer, por llamar a la puerta.

- El chiste de Damón Damídez... siempre, siempre.

- Descubrir en el chino un "yogufruit" o algo llamado así, que está de muerte y que me engancha. Seguro que lleva droga.

- Contar historias de tu infancia. De esas que apenas recuerdas, pero que dibujas con ilusión, inventando detalles nuevos seguramente, disfrazándote de nuevo con el traje de los 5 años, buscando la misma ilusión y la misma esperanza.

Y es que siempre hay motivos para reír, para intentar ser feliz. El más importante es sin duda tener a alguien que te diga a diario que te quiere. Cuando sabes que es de corazón te llena el alma, te da fuerzas, te saca del abismo. TE QUIERO. Son dos palabras tan bonitas, tan plenas, tan maravillosas cuando salen de dentro.

¿Cuales son vuestras pequeñas tonterías que os hacen felices?

lunes, 1 de agosto de 2011

Las huellas borradas

Hace mucho calor. El sol pega con fuerza, el aire que corre es cálido. Y encima yo no paro de ir de un sitio para otro. Amontonando ropa, revisando con la mirada todo, para saber cuantos viajes voy a tener que hacer este mes para ir recogiendo mi vida en cajas.

He empezado hoy de verdad la mudanza de la que fue nuestra casa. No fueron muchos meses, pero sí muy bonitos. Y parece mentira cuanta vida se acumula en unos meses.

Hace una semana estaba él recogiendo sus cosas (y aún le queda casi lo mismo que se llevó, que fue un coche entero). Y hoy, como decía, he comenzado yo.

De momento con la ayuda de mi hermano arreglando chapuzas, importantes siempre. Y desmontando el sillón y el escritorio, para traerlos de momento a casa de mi madre. Además ya me he traído un ordenador de sobremesa al que había dejado un poco sin uso últimamente, y al que pienso recuperar para rememorar mis días en Málaga.

Ya he llenado también una maleta entera con ropa, pero esa la traeré en otro viaje. De momento en un rato nos vamos a por ese sillón y ese escritorio. Y la casa se va vaciando. Y pierde su identidad. Y borramos nuestras huellas. Porque las huellas deben quedarse en el corazón, no en las casas.

La vida nueva empezó hace unas semanas. Hoy simplemente sigo pintando colores, buscando sueños, dibujando un nuevo futuro. Persiguiendo mi sonrisa.

domingo, 31 de julio de 2011

Los libros del 2011

Trabajar donde trabajo ha hecho que se acrecienten mis ganas de leer.

Siempre me encantó tener un libro en mis manos, desde pequeña -cuando me metía debajo de la cama con mi linterna y mi libro, para que nadie me molestara-. No leía sentada en una silla o un sofá, no. Leía siempre tirada en el suelo, tumbada, sentada, como fuera, pero en el suelo. Ahí imaginaba a los personajes, les ponía su imaginaria voz, creaba su imagen, vivía sus aventuras. Qué recuerdos más bonitos.

Ahora ya no lo hago, ya no leo tumbada en el suelo, aunque quién sabe si no debería volver a esa extraña costumbre. Pero durante este 2011 he tenido la suerte de leer mucho - y mucho bueno también-.

Dani me dijo hace tiempo que debería ir poniendo en mi antiguo blog una reseña de cada libro que me acababa, que podría resultar interesante. No le hice caso. Hoy veo que sobre todo podría resultar útil para mí misma, porque así recordaría -pasado un tiempo- lo que pensaba de aquel título leído entonces.

Ahora me resultaría difícil hacer reseña de cada uno de los leídos, pero sí lo haré a partir de estos momentos. Y si me va apeteciendo volveré sobre este post rellenando los huecos.

No os asustéis, este es mi listado de libros. Si queréis comentar algo sobre alguno, yo feliz de la vida:


- La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Stieg Larsson
- La cúpula. Stephen King
- El libro de las ilusiones. Paul Auster
- La cena de los infieles. Beryl Bainbridge
- El tiempo entre costuras. María Dueñas
- Aurora boreal. Asa Larsson
- Cuatro amigos. David Trueba
- Un regalo del cielo. Cecelia Ahern
- El quinto siervo. Kenneth Wishnia
- Lo que me queda por vivir. Elvira Lindo
- Una noche en Mozambique. Laurent Gaudé
- La llave de Sarah. Tatiana de Rosnay
- Sueños de un seductor. Woody Allen
- Ahora y siempre. Ray Bradbury
- El psicoanalista. John Katzenbach
- Las chorradas de mi padre. Justin Halpern
- Cuadernos de una juventud al desnudo. Billy Childish
- La bodega. Noah Gordon
- A sangre fría. Truman Capote
- Flores en el ático. V. C. Andrews
- Pétalos al viento. V. C. Andrews
- Peligro inminente. Agatha Christie
- Historias de Nueva York. Enric González
- La reina en el palacio de las corrientes de aire.  Stieg Larsson
- El último trayecto de Horacio Dos. Eduardo Mendoza
- El misterio de la cripta embrujada. Eduardo Mendoza
- La feria del asilo. John Updike
- Si hubiera espinas. V. C. Andrews
- El asombroso viaje de Pomponio Flato. Eduardo Mendoza
- Las cosas que no nos dijimos. Marc Levy
- Verano. J.M.Coetzee
- Seda. Alessandro Baricco
- Los ojos amarillos de los cocodrilos. Katherine Pancol
- Contra el viento del norte. Daniel Glattauer
- Cada siete olas. Daniel Glattauer
- Semillas del ayer. V. C. Andrews

Cosas que nunca se deben hacer si no tienes ánimos

Coger el coche cuando no se está con los sentidos al 100% no es conveniente.

Nunca lo cojas en ese caso, porque puede pasarte como a mí esta tarde, que me he saltado dos semáforos en rojo (pero no en ámbar, en rojo del todo), y uno de ellos tenía cámara, así que ya estoy esperando que me manden la fotito, para ver lo delgada que me estoy quedando.

¿Monto el circo?

jueves, 28 de julio de 2011

Sigo buscando

Debería contar las horas que llevo sin llorar. Son más de las que me imaginaba.

Una sigue sufriendo, por la ausencia, por la extrañeza de la situación, porque todo es nuevo en el mismo antiguo escenario. Y sin embargo llevo dos días bien, tranquila, serena, con momentos de alegría incluso.

Ese es mi objetivo. Perseguir mi sonrisa, darle caza y que no se escape más.

Llevo dos días bien. Mañana puede seguir la cuenta o bien detenerse. En este último caso no pasará nada. Volveré a iniciar la cuenta, sabiendo que pronto llegaré a los tres días, y a los cuatro, y a los que tengan que venir.

Avanzar, retroceder, dar un salto y coger impulso. Siempre persiguiendo mi sonrisa.

Un nuevo viaje

Intento coger aire. Miro a la calle y veo el mismo paisaje que veía hace 7 años. Sin embargo, las cosas ya no son iguales.

Por más que intento ordenar la cabeza lo que te llega no es bonito, ni siquiera es lógico (como pretendías), es solo una mezcla confusa de ideas, sentimientos, pérdidas y miedos.

Pongo el pie en el suelo, da igual si es el derecho o el izquierdo. Pongo el pie en el suelo, expulso el aire de dentro y cierro los ojos.

"Sí, hoy es el día en el que me voy a sentir mejor", pienso para mí. Incluso lo digo en alto. Es la lucha entre mi corazón y mi cabeza.

Es el debate interno que se ha generado entre lo que quiero y debo sentir y lo que realmente siento. Mi estado depresivo seguramente vencerá de nuevo esta vez, y el "quiero" no se imponga al "siento".

Entonces mañana volveré a poner el pie en el suelo, a expulsar el aire de dentro y cerrar los ojos y pensar para mí: "Sí, hoy es el día en el que me voy a sentir mejor",

Al final ese día llegará, aunque hoy todo es negro, vacío, oscuro, absurdo, sin sentido.

El fin de los días grises llegaron con su presencia. Hoy el regreso de los días grises lo motivan su ausencia. 7 años y medio después empiezo de nuevo, para vivir otra nueva etapa, más bien otra nueva vida. Muchos cambios vendrán, yo nunca seré igual que antes. Es inevitable.

En mi vida he vivido dos grandes palos, de uno saqué lo mejor de mi vida. El otro ha sido perder lo mejor de mi vida. Así que, ¿qué me espera ahora?

Me doy a mí misma la bienvenida a este futuro que es únicamente mañana. No hay futuro más allá, solo mañana. Solo día a día. Mi cuerpo no resiste más que eso.

Gracias por acompañarme en este nuevo viaje, donde intentaré encontrarme conmigo misma, volver a quererme y volver a querer.