miércoles, 3 de diciembre de 2014

Tres calcetines sin pareja

Hace años escribí sobre un calcetín, sobre el equivocarte en el reparto tras la ruptura.

Ahora, hoy, me encuentro con otra historia de calcetines.

En este caso son tres. Uno morado, uno verde y uno naranja, los tres sin pareja. Monday, thursday y friday.

Tres calcetines, tres días de la semana, tres colores, sin su correspondiente razón de ser.

Porque de qué sirve un calcetín si falta el otro? Y peor aún, de qué sirve un calcetín verde si lo puedes combinar con el morado? Y el pobre naranja? Siempre uno se queda colgado, sin tocar pie, sin conseguir su objetivo vital, ese para el que fue tejido, creado, ideado.

Y esta historia puede dar para mucho, pero mi miedo es: qué pasa con mi lavadora? En qué increible rincón está guardando todos mis calcetines? Quiere conseguir toda la semana, todos los colores, el arco iris?

Cruel lavadora blanca, no quieras llenarte de colores robando mis calcetines.

Entiendo que estarás aburrida de tu color, pero no te lleves los míos.

O... por qué no? Y si esos calcetines de repente aparecen en lavadora ajena? Y si de tubería en tubería un día aparece ese Friday morado en tu casa? Pones la lavadora, recoges la ropa, la tiendes y... "uy, este calcetín solitario es mío?"

Noooo, es mío. Llámame y voy a recuperarlo. O llámame y voy a quedarme contigo para siempre.

Te cambio tu calcetín por el mío, para mirarlo y mirarlo...