lunes, 10 de diciembre de 2012

¡Vamos!

"Pequeña de las dudas infinitas, 

aquí estaré esperando mientras viva. 
No dejes que todo esto quede en nada 
porque ahora estés asustada. "




Sucede que a veces no te das cuenta de que existe en tu vida más movimiento del que los pasos aparentan.

Creía que empezaba a tener una vida tranquila. Y lo cierto es que es todo lo contrario. No precisamente por acciones directas mías, más bien porque lo que me rodea es un pequeño maremoto continuo.

Idas y venidas. Idas sin vueltas. Regresos a medias. Trabajos que no llegan. Dinero que se va. Viajes que se paralizan. Estanques medio llenos, ríos medio vacíos. Conciertos con aroma a despedida. Citas que no llegan a cumplirse.

Últimamente mi cabeza es un no parar de ideas chocando en su interior. No llego a ningún lado, solo pienso, pienso y me complico yo sola. Y con ello complico a quien está más cerca. Ley de vida, injusta pero real.

Llegas a un punto de no retorno. A un lugar en el que no querías estar, pero que es el que te corresponde. Al menos de momento. Te pierdes, te buscas, te encuentras, no hay motivo para la desazón y sin embargo te atrapa. Y surgen las lágrimas donde antes había risas. Y temores donde antes había un poco más de seguridad.

Pero no puedo perder. Esta vez ni siquiera se permite un empate, solo la victoria. Nada más que una victoria holgada, con un hattrick, con el premio más merecido. ¿Y cual es el premio? La paz. La serenidad. La ausencia de miedo. Todo eso que nunca valoramos cuando tenemos y que es tan imprescindible cuando nos falta.

Apuro mi Nesquick. El día ha comenzado (hace ya demasiado). No hay plan para hacer de él un día especial, pero supongo que es cuestión de actitud. Esta semana encierra un hasta pronto doloroso (con todo lo que conlleva, que me tiene más preocupada aún), un concierto, alguna sorpresa...

Así que vamos a por ello, vamos a por el lunes. Vamos a por el resto de la semana. Vamos a ponerle color a nuestra vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario