viernes, 26 de octubre de 2012

En tu ausencia respiro


ARTÍCULO PUBLICADO EL 05/04/2004 EN ELFINDELOSDIASGRISES.BLOGIA.COM

En tu ausencia respiro

011_mini.jpg
Estoy feliz, eufórica, pero paradójicamente siento una enorme tristeza. Se ha agolpado en mí ese sentimiento, ese recuerdo hacia quien un día me provocó escribir aquello de "En tu ausencia respiro", la persona a la que más abrazos me quedaron sin dar. Por eso no puedo permitir que eso vuelva a suceder, que esos sentimientos queden enquistados en el corazón, porque eso duele.
Voy a copiar aquí lo que escribí hace ya tiempo, aunque podría escribirlo ahora y sentir lo mismo, o más... papá, te echo de menos.

"De repente hoy lo siento, siento que por fin soy capaz de emprender un proyecto que debí haber iniciado hace años, casi parece que siglos, será porque en el siglo XX lo pensé y ahora por fin, en el XXI, lo empiezo.
Y es tu ausencia, tan fría como dolorosa, la que me empuja a ello.
Creía que no, que nunca sería así. Pensaba que tu ausencia sería un dolor inmenso al principio, que daría paso a un espíritu de superación… y sin embargo, no está siendo así, más bien al contrario. Es como la botella de agua de la nevera que se debe ir rellenando; pero siempre hay alguien que bebe de ella y olvida que quizás alguien más quiera beber después. Esa otra persona se encuentra sólo una botella medio vacía… y digo medio vacía porque nunca he sido una persona positiva.

Despierto y entre la niebla que provoca el despertar siento una bofetada de nostalgia, de dolor, un dolor que he ido aprendiendo a conjugar día tras días. No queda más remedio que seguir intentando sonreir, como siempre hacía, como tú querías verme.
Pero es tan injusto que dan ganas de gritar… pero ¿contra quién grito? No hay un ente, una persona a la que dedicar mi rabia.
Querría hablar contigo, que tuviésemos ahora todas las conversaciones que tú me pedías con la mirada, aquellas que sólo en los últimos días tuvimos de verdad. Hablar contigo, horas y horas, conversar sin parar, mirarte a los ojos, sentir tu sonrisa, tan franca, tan sincera, llena de cariño, de amor puro, de amor incondicional. No tengo una manera real de decirte lo que te quiero, lo que me pesan esas dos palabras en el alma, porque debería habértelas dicho hace ya demasiado tiempo… y sin embargo me las callé, y ahora queman dentro.

Son tantas, tantísimas, las veces en las que me falta el aire, en las que me ahogo, pensando en mi padre… que lo único que puedo hacer para recuperar la respiración es quitar su pensamiento de mi cabeza. Pero ahora mismo no puedo, ahora mismo sólo me sale llorar, pensar en él, gritar si pudiera, buscando una respuesta. No entiendo esta ausencia, no comprendo porqué nadie me abriga por las noches, porqué ya no está él para llenar ese hueco que se ha quedado inmensamente vacío. Y me mata este dolor, de verdad, me mata no poder hacer nada para enjugar mis lágrimas. Y también, al mismo tiempo, me mata saber que dentro de unos minutos esta tristeza se habrá mitigado, casi habrá desaparecido, porque tengo que seguir mirando hacia delante".

No hay comentarios:

Publicar un comentario