Lo sabes al despertar. El día no es brillante. ¿La razón? Quizás un mal sueño, tal vez solo que tocaba ya el descenso en la montaña rusa.
Y bajas. Y cuando pasas a toda velocidad cerca del suelo casi rozas con tu mano las piedras, pero la quitas a tiempo, mientras cierras los ojos, tomas aire y te repites que todos tenemos derecho a un día "off".
Entonces empiezas a subir, porque afortunadamente las montañas rusas son lo que tienen, que siempre vas con tanta velocidad que te sirve para iniciar el ascenso tras caer a los infiernos.
Subiendo... y sin parada próximamente.
subeeeeeeeee
ResponderEliminar