lunes, 5 de octubre de 2020

Invierno

Qué poco me gusta cuando empieza a apagarse el otoño y asoma el invierno. El crudo invierno. Mi mente asocia el invierno a una imagen blanca, a un tacto helado, a un olor a estufa. Podría asociarlo a la Navidad, a los villancicos, a la alegría de esas fechas.

Pero es que el invierno también es febrero.

Tengo frío, las manos heladas hasta tal punto que me duelen las puntas de los dedos al escribir. Si respiro fuerte sale vaho por mi boca.

Los pies están gélidos. No los siento. Tengo frío, mucho frío.

Maldito invierno. Y dicen en las noticias que ahora viene lo peor.

Que van a bajar las temperaturas hasta mínimos históricos.

A mí ya todo me da igual. Desde que me dijiste que lo nuestro se había acabado, también se acabó el sufrimiento en mí. Nada me duele, nada me preocupa, nada me alegra, nada me afecta.

No puedo tener más frío ya, porque aquel día se me congeló el corazón.

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