miércoles, 30 de septiembre de 2020

Kiwi

Por más que insistas: no me gusta el kiwi.


Que no, que no quiero tomarlo, ni ahora, ni más tarde, ni dentro de mil años: NO-ME-GUS-TA.

Ya, ya sé que ahora me vendrás con sus múltiples beneficios para la salud.

¿Sabes para qué no es beneficioso? Para mi gusto. NO-ME-GUS-TA.

Me estás enfadando. ¿Tienes acciones en una compañía de kiwis?

Por no gustarme ni siquiera me gusta el color verde. Asociamos el verde al kiwi, pero antes de abrirlo es marrón. Es como si en lugar de decir que una persona es blanca o negra dijéramos que es roja, porque por dentro lo es (digo yo, que tampoco nunca he visto a una persona por dentro, pero sangre tenemos, ¿no?)

Pues eso. No quiero tomar kiwi, es una fruta mentirosa. Y además, fíjate, es que ni siquiera tiene un nombre original. Pero si hay un ave que se llama igual.

“Tómate un kiwi”, y ¿cómo me lo tomo? ¿De postre o en pepitoria?
Vaya tela, que no, que no, el kiwi para ti. Al final te lo tiro encima.
Solo te voy a decir una cosa: NO-ME-GUS-TA.

Kiwi, quigüi, quibi, lo diga como lo diga, lo escriba como lo escriba. Invítame a un kiwi, pero en mojito, que así a lo mejor me convences.

No hay comentarios:

Publicar un comentario