lunes, 10 de agosto de 2020

San Isidro

Cada 15 de mayo podría ir a la pradera, a celebrar el día del Santo.

En la verbena, entre chotis y chulapas, entre parpusas, entresijos y bocatas de calamares, podría evocar su recuerdo. Entre tontas y locas, entre niños que empiezan y mayores que se despiden.

San Isidro es cada día, el día de su padre, el día de su referente, el día del patrón - no de su ciudad- sino del barco de su vida.

Una ausencia que le llena a diario, que le enseña con su recuerdo y le acompaña con su vacío.

Los que ya no están son, en ocasiones, quienes más cerca están.

Un día más sale a la calle. A pasear de su mano, pero sin él. A recordar su perfume, pero sin saber qué colonia llevaba. A intentar rememorar su voz…

A celebrar cada día San Isidro, con el recuerdo de quien fue, es y será su as de guía en la vida.

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